
Equilibrio cuerpo-mente
21 agosto, 2015
Costuras a flor de piel
3 noviembre, 2015Tu cuerpo envejece sin permiso; tu espíritu, solo si se lo permites
De todos es conocido y repetido en foros, que al hacernos mayores ganamos en experiencia, pero envejecer asusta, pensando en el devenir del tiempo y en ir acumulando año sobre año.
Cumplir años es algo inevitable. Cumplir años es una necesidad, una clara muestra de la vida que hemos disfrutado, de amigos conocidos y momentos vividos. Vida de alegrías y tristezas, de decisiones tomadas y sueños conclusos y por concluir………
¿ Pero nos vamos a abandonar al paso tiempo ? ¡Nunca! Vamos a celebrar los años sin permitir que el tiempo haga estragos con nuestro cuerpo, continente de un espíritu todavía joven y fuerte, con ganas de seguir viviendo, experimentando, sintiendo.
Por esto y por muchas otras razones que se acercan más al ámbito de la salud, surgen tips y recomendaciones, con el único objetivo de hacer de este paso del tiempo una experiencia siempre positiva.
Y es esto, el hecho de tener una actitud positiva, con emociones que sumen , el primer gran consejo de todos aquellos que van superando los años con nota.
Hablar con amigos, disfrutar de tu actividad favorita, pasear por el campo y reír sin importar si se marcan más o menos las arrugas en tu rostro.
Emociones positivas para tener controlada la hormona del stress, el cortisol, aquel que nos juega malas pasadas y acelera y empeora el proceso de envejecimiento.
Tomar alimentos ricos en vitaminas y ácidos grasos monoinsaturados, asī como tomar el sol con precaución empleando siempre protección solar, hacer ejercicio de forma regular y dejar de fumar son también algunas de las recomendaciones standard que todo el mundo concienciado conoce y trata de llevar a cabo.
Pero hay una fórmula magistral para superar los años con dignidad y de la mejor posible, que os propongo : acumular recuerdos positivos, lanzarnos en busca de cosas nuevas, de aventuras, aprender a dar y a darnos a los demás; mantener buenas relaciones familiares y de amistad; abandonar las comparaciones y , sobre todo, por encima de todo, hacernos con un lugar al que podamos llamar HOGAR.