Costuras a flor de piel
3 noviembre, 2015Nuestro cabello también necesita cuidados
17 enero, 2016Tan natural que no se note
Continuamente escuchamos comentarios, vemos fotografías de famosas con retoques exagerados, que estropean sus facciones, su expresividad, su belleza individual.
Pacientes llevadas por el miedo al paso tiempo sobre su rostro se someten, en ocasiones, a técnicas y tratamientos sin control que ponen en evidencia la falta de naturalidad y mesura que debe caracterizar el trabajo bien hecho por un profesional cualificado.
Pero lo cierto es que, la Medicina Estética tiene una cara mucho más amable, una cara que no se suele publicitar. Rostros de celebridades, incluso de amigas y conocidas que pueden rondar tu edad, pero que te sorprenden de lo bien que se conservan, de la luminosidad de su rostro y la firmeza de sus facciones. Porque, aunque lo oculten, no todo se debe a una genética fortuita o un estilo de vida súper saludable. En la mayoría de los casos, existe un pequeño toque.
Un toque que no debe transformar ni modificar sino conseguir mantener y matizar la armonía y la naturalidad propias de cada rostro. No eliminar el paso de los años, tan sólo hacer que pasen más lento sobre nuestra piel, manteniendo detalles, toques que demuestran una vida vivida.
Para conseguir resultados naturales, es necesario hacer un estudio personalizado a cada uno de los pacientes, porque cada cara es única, con necesidades determinadas y las posibilidades son infinitas, sin olvidar nuestro objetivo de tratar y mejorar pero con suavidad. Poco a poco.
Siempre hay tiempo de añadir, pero lo realizado es muy difícil de borrar.
Los buenos profesionales conocen a la perfección la anatomía facial, las propiedades de las sustancias empleadas en cada tratamiento, las dosis y la técnica. Con su experiencia y una buena relación médico- paciente, orientar sobre qué es lo mejor para cada uno de nosotros, para qué apreciemos la diferencia de mejora, pero sin alterar nuestro YO corporal.
Siendo cuidadosos, siendo naturales.