
De todo, pero por su orden
23 febrero, 2017
Blanca y radiante va la novia
7 abril, 2017La batalla frente al envejecimiento la tenemos perdida desde el momento de nacer, pero hacerle » trampas » al paso del tiempo , cada uno las suyas y en su momento, y que el exterior refleje el como te sientes es muy licito. Es real que en cada cual la edad tiene su momento y su propia belleza, y que sentirse joven por dentro y exteriorizarlo, nunca fue tan sencillo.
Estamos en esa edad en que las cosas se miran con mas calma, se piensan. No importa si son 40, 50 o 60, lo que importa es la edad sentida. Sentir que te conoces más que a nada y sabes quien eres. La edad de haber aprendido que quieres y como lo quieres sin importarte tanto el que dirán.
La edad en que comienzas a dejar de preocuparte por el pasado y por lo que pasará y comienzas a disfrutar de la vida en presente, viviendo, sin esperar a vivir.
De ser menos perfecta y mas humana. La edad del agardecer por agradecer.
En la que te das cuenta que la belleza tambien está en las ojeras, en las arrugas marcadas por el paso del tiempo y por la risa compartida. La edad en la que la elegancia no es una pose, sino, una manifestación del alma.
De querernos mas y de ser un poquito más indulgentes con nosotras mismas, disfrutando, sin culpabilizarnos de los pequeños placeres que nos va ofreciendo la vida. Defensoras del ” menos es mas” y de intentar ” ser una misma” mostrando sin complejos la fuerza de la personalidad y ciertas arrugas reídas…
Esto es edad y lo demás…son cifras