Estrías, ¿podemos tratarlas?
9 marzo, 2016Mesoterapia facial
16 junio, 2016Como buena sureña de adopción , la luz gobierna mis días, modula mi estado de ánimo, controla incluso mi vida social.
Y es que la luz, da vida, fortifica los huesos, aporta energía extra al organismo para la realización de sus funciones vitales, potencia la acción del sistema inmunitario, favorece el correcto crecimiento de los niños e incluso, resulta beneficiosa para el tratamiento de la depresión.
La luz da vida, embellece paisajes y facciones y su ausencia entristece. |
Lo hemos comprobado en nuestras consultas. Más allá de la existencia o no de arrugas, de que la flaccidez sea más o menos intensa, lo que más envejece un rostro es ese juego de luces y sombras que inevitablemente ocurre con el paso de los años.
¿Por qué ocurre esto ? Cuando vamos cumpliendo años, aumenta la flaccidez de los tejidos, los depósitos grasos en la cara se modifican, los volúmenes van cambiando, y la luz se refleja de otra manera. Se va apagando y envejece paulatinamente.
En Medicina Estética, hablamos de los puntos de luz del Dr.Amselem, de los códigos del Dr. De Maio o de puntos de sostén, el nombre es lo de menos. Puntos anatómicos unos, cuasi imaginarios otros, que al reponerlos “según arte” devuelven al rostro las proporciones perdidas, siguiendo siempre la máxima del “menos es más”
Siempre será necesario explorar y valorar cuál es el problema de base, puesto que el tratamiento de un rostro plano, falto de luminosidad es distinto al de un rostro arrugado.
Cinco son los puntos considerados importantes para unos y ocho para otros, en un afán de crear una regla para la reproducción del arte de reponer volúmenes en su justa medida y donde sea necesario, para volver a conseguir el equilibrio de luces y sombras que embellecen e iluminan el rostro.
Supraciliar, orbitomalar, piriforme. Para mí, unas veces cinco, otras ocho, otras tres, los que cada paciente necesite y allí donde los necesite.
El fin es conseguir un rostro iluminado, un rostro vital, un rostro joven. Porque la luz es vida, una vida para vivirla y disfrutarla, independientemente de las arrugas, independientemente de nuestra edad.
¿Por qué ocurre esto ? Cuando vamos cumpliendo años, aumenta la flaccidez de los tejidos, los depósitos grasos en la cara se modifican, los volúmenes van cambiando, y la luz se refleja de otra manera. Se va apagando y envejece paulatinamente.
En Medicina Estética, hablamos de los puntos de luz del Dr.Amselem, de los códigos del Dr. De Maio o de puntos de sostén, el nombre es lo de menos. Puntos anatómicos unos, cuasi imaginarios otros, que al reponerlos “según arte” devuelven al rostro las proporciones perdidas, siguiendo siempre la máxima del “menos es más”
Siempre será necesario explorar y valorar cuál es el problema de base, puesto que el tratamiento de un rostro plano, falto de luminosidad es distinto al de un rostro arrugado.
Cinco son los puntos considerados importantes para unos y ocho para otros, en un afán de crear una regla para la reproducción del arte de reponer volúmenes en su justa medida y donde sea necesario, para volver a conseguir el equilibrio de luces y sombras que embellecen e iluminan el rostro.
Supraciliar, orbitomalar, piriforme. Para mí, unas veces cinco, otras ocho, otras tres, los que cada paciente necesite y allí donde los necesite.
El fin es conseguir un rostro iluminado, un rostro vital, un rostro joven. Porque la luz es vida, una vida para vivirla y disfrutarla, independientemente de las arrugas, independientemente de nuestra edad.