Atrévete contigo misma

La gente bella se tropieza al vestirse y no le importa llevar calcetines de distinto color. La gente bella se hace fotos por   tener el recuerdo de un  momento y no por salir guapa. La gente bella ríe por el gusto de reír y llora hasta que duele.

Gente que vive exprimiendo la vida, disfrutando el instante, haciendo que sea especialmente propio.

Sin filtros ni excesivo maquillaje que escondan los pequeños defectos que puede que nosotras detestemos y que al resto del mundo sorprende y enamora.

Todo el día aparentando ser la mujer perfecta es agotador y acaba con las fuerzas de cualquiera. Pero, ¿sabes qué? Esto ya no se lleva, se lleva lo natural

Ya no se lleva ser y estar perfectamente, perfecta. Imitar looks, gestos y posturas, volcarnos para conseguir una imagen que no es enteramente nuestra.

Hoy se lleva la actitud de ser bella. Por dentro y por fuera. Parar y respirar. Sentir el momento e improvisar. Porque no hay nada más hermoso que alguien que disfruta, que sonríe con corazón y ama lo que hace con ganas.

Ya no es importante seguir las últimas tendencias, ha vuelto lo retro y desgastado, lo cómodo, lo que te hace sentir bien y te identifica.

La moda y la belleza ya no son algo que te echas encima. Es una actitud. La actitud de querer comerte el mundo simplemente con las armas que te hacen imperfectamente hermosa. Y un par de calcetines desparejados.